Si realmente quieres irte al extranjero, no hay motivo para no hacerlo. La fiesta de año nuevo te invita a soñar, a visualizar los más profundos anhelos de tu corazón convertidos en realidad. Son días en los que confías ciegamente en tu capacidad para cambiar el mundo, en los que realmente crees que puedes conseguir cualquier cosa que te propongas, pero ten presente que un sueño sin acción es una ilusión.
¿Quieres una beca? ¿Cuántas horas a la semana surcas las aguas de la internet en busca de una alternativa que responda a tus necesidades? ¿Estás ahorrando para hacer un intercambio académico en el extranjero? Entonces, ¿realmente necesitas invertir dinero en un hermoso y costo vestido, ideal para el trópico, pero que no usaras en tu estancia otoñal en un país desarrollado?
Si no tienes claro a dónde quieres ir, de momento la determinación de viajar es suficiente, pero solo de momento. En los primeros meses del año las convocatorias de becas florecen por doquier. Por tanto, es tiempo de tomar timón. Navegarás con el viento a tu favor.
Si vives en un país tan convulsionado como el mío, Colombia, debes saber que el trámite de la visa será engorroso. Cuando llegue el momento de esperar la carta de aceptación de la universidad a la que postulaste, ten esto claro: No llegará tan pronto como esperas!
Ignoro en qué lugar deseas recibir el 2011, así que te ofrezco este enlace con deseos de año nuevo en varios idiomas. Recibí el 2008 con Bonne année y recibiré el 2011 con Happy New Year. Te diré que los fuegos artificiales de la Torre Eiffel son un gran engaño. No sé de dónde sacan los noticieros tal espectáculo de luces multicolores. Vi más color en las fiestas tradicionales de algunas localidades madrileñas. Eso sin contar que el flujo de turistas es tal que crees que terminaras tus días sepultado por una estampida. En cualquier caso, estoy lista para desilusionarme nuevamente, esta vez en Times Square, ¿a dónde quieres ir tu?