Seamos francos, gastar horas en Facebook escudriñando la aparente felicidad de los demás no entra en el Top 10 de actividades más productivas de nuestra semana. Con la misma conexión a Internet y el mismo número de horas que dedicamos a los news feed de Facebook, Twitter, Instagram o Tinder podríamos aprender nuevas habilidades, ampliar nuestra cultura general o entender otras formas de ver la vida.