Por: Leidy Villadiego
Emy Osorio Marotel es estudiante de pregrado de la Universidad de Cartagena, Colombia. En 2015 ganó la beca Erasmus Mundus PUEDES para estudiar en la Universidad Aristóteles de Salónica, en Grecia. Allí vivió el corralito financiero y vio de cerca la crisis de refugiados.
Los trámites para conseguir la beca le enseñaron a ser paciente y perseverante; en el camino también entendió que el miedo nunca es excusa válida. Su consejo para quienes quieren salir del país lo resume en una palabra: ¡arranca! (Te puede interesar: Una guía para encontrar la beca de tus sueños en 2017)
Si estás interesado en ir a Grecia o viajar al exterior, este artículo va a interesarte:
¿Habías aplicado para una beca antes?
No, nunca. Había participado en procesos internos de la universidad, pero la Erasmus fue mi primera vez postulando a una beca.
¿Que cubría la beca?
Absolutamente todo: seguro de vida, una mensualidad de mil euros, los tiquetes de avión, pago retroactivo en lo que había gastado en la diligencia de la visa. Además, la universidad en la que estuve en Grecia es pública y ofrecía comida tres veces al día. (Puedes consultar aquí más información sobre la beca Erasmus Mundus PUEDES)
¿Qué experiencias te marcaron?
Estar con profesores que entienden que eres una estudiante de pregrado, pero eres una persona con sueños, que tienes muchas dudas y les vas a escribir mucho. A mí me gustaba viajar, entonces les decía: ¿puedo ir esta semana más tiempo para no llegar la otra?, decían que sí y me dejaban un trabajo para hacer; son esos detalles que me hicieron pensar que si es posible una educación por fuera del aula.
Durante la beca también viví la crisis económica; afortunadamente yo era becada. Sin embargo, me tocaba ser muy cuidadosa con el dinero porque había corralito (límite bancario), nada más podía sacar 450 euros a la semana.
Pero, la crisis de refugiados fue lo que más me marcó. Ver como estaba Atenas en diciembre de 2015 y como estaba en junio de 2016, en sólo seis meses ya era otro mundo. El puerto estaba lleno de refugiados, gente en la calle, los campamentos, tantas historias encontradas.
Hablemos del día a día en Salónica
- La mejor opción de alojamiento para estudiantes internacionales: pueden ir a agencias inmobiliarias para que les consigan hospedaje, pero son más costosas. Mi recomendación es que contacten a personas que llevan años arrendando lugares a precios bajos, el ahorro puede ser de 100 o 200 euros mensuales, y que escojan un lugar cuando ya estén en Grecia.
- Los comercios con los mejores descuentos para estudiantes: los mercados públicos, las tiendas españolas de ropa. Igualmente, los becarios Erasmus tienen hasta 40% de descuento en casi todos los almacenes.
- Tu lugar favorito en el Campus: Las bibliotecas públicas, sobre todo la de Ciencias Políticas y Comunicación.¿Qué lugares recomendarías para ser becario en Europa?
El país que la persona quiera. Si alguien siente un llamado a caminar en las mañanas y ver la Acrópolis, váyase a Atenas; en cambio si busca un sistema educativo riguroso, recomendaría mucho el norte de Europa. Todo depende.
¿Qué dificultades hay en América Latina y Colombia para viajar como becario al exterior?
Primero está el miedo a los estereotipos; segundo, las limitaciones burocráticas. Yo tardé tres semanas intentando que un notario me autenticara todos los papeles que necesitaba, entonces hay un momento en el que uno dice ya no más, ya no puedo con esto. (Te puede interesar: Lo que aprendí estudiando en el exterior: sobre el miedo al cambio)
Pero creo que esas limitaciones de orden burocráticas hay que derribarlas, la misma Universidad (de Cartagena) tardó un poquito en homologar los documentos. En resumen, debes ser muy paciente y perseverante.
¿Qué le dirías a la gente que quiere salir del país?
Tenemos muchas limitaciones institucionales y estructurales dentro de Colombia que no nos permiten decir: “bueno, voy a ahorrar estas vacaciones y me voy a ir de intercambio”, algo que era muy común en Grecia. A alguien que quiera salir, yo le diría realmente: arranca. Uno crece, cambia, uno aprende muchas cosas nuevas. Y lo que ganas profesionalmente, que es mucho, no se compara con tu crecimiento personal.
Hoy pongo en una balanza lo que era antes: era muy tímida, era muy insegura en algunas cosas; luego regresé y podía hablar en público, podía hacer una ponencia. Adquirí esa confianza en un el lugar en el que tenía que estar sola, donde se notaba que era diferente, me obligó a empoderarme.
Entonces es un proceso que te cambia la vida, y tienes la posibilidad hacerlo con una beca, mejor. El miedo no es excusa válida.
Todo lo malo que se pudo presentar se presentó. Casi pierdo el vuelo porque todavía había sol a las 7 de la noche -el sol se oculta como a las 10 de la noche- y yo pensaba que era temprano. (Te recomendamos este artículo escrito por Emy sobre su experiencia).
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