Para esta joven de 27 años lo mejor del programa fue que le quedó una familia de por vida. Regresó hace dos años de Estados Unidos y aun está en contacto permanente con sus niños, que afirma, son como sus hijos. Actualmente trabaja en Cultural Care Au Pair apoyando a todas las niñas que sueñan con vivir, trabajar y estudiar en Estados Unidos. Kelly entiende sus anhelos y preocupaciones, en el fondo sigue siendo una de ellas.
Karen De la Hoz ¿Cómo conociste el programa?
Kelly Díaz. Por una amiga que estaba aplicando, ella me llevó a la sede de Cultural Care Au Pair y enseguida inscribí.
K.D.H ¿De los requisitos del programa, cuál fue el más complicado o difícil de cumplir?
K.D. Tanto como complicado no, pero lo único que no tenía era la licencia de conducción. Entonces, empecé con el programa y también en con el curso de conducción. Tuve que practicar muchísimo porque en Estados Unidos me tocaba manejar con los niños. Si no tenía práctica probablemente iba a tener problemas conduciendo en ese país.
K.D.H. ¿Fue difícil el proceso de visa?
K.D. Se maneja mucha ansiedad. Yo iba muy confiada. En Cultural Care Au Pair me prepararon muy bien para todo el proceso de Embajada. Eso me hizo presentarme mucho más segura.
K.D.H. ¿Qué recuerdas del primer contacto con Estados Unidos?
K.D. Al principio se presenta un choque con la lengua. Por más que uno estudie inglés en Colombia nunca llega a tener el nivel que se necesita para enfrentar el diario vivir en Estados Unidos. Lo más duro fue llegar y pensar que no sabía inglés, que todo el inglés que había estudiado aquí durante 7 años no era verdad.
Todo mundo me hablaba rápido y cuando hablaba y no me entendían. Todo fue mejorando día a día. Con los niños aprendí muchísimo. Es con las personas que uno más aprende a hablar inglés. Ellos son quienes te corrigen.
K.D.H. ¿Cómo fue la experiencia como au pair?
K.D. Cuando estaba haciendo mi curso de preparación en Nueva York, durante la primera semana en Estados Unidos, ellos fueron a visitarme. No me lo esperaba. Fui la única au pair que conoció su familia estando en la escuela. Ver a los niños fue inolvidable. Cuando una llega a Colombia el recuerdo que dejan los niños es lo más grato del viaje. El trabajo con ellos fue fácil porque me acoplé mucho a ellos y aprendí a entenderlos.
Al principio el niño mayor no me quería, era muy rebelde. Yo lo miraba y él se ponía a llorar porque no quería ni que yo lo mirara, pero como veía que su hermano se reía mucho conmigo, y que me buscaba mucho, entonces empezó a buscarme también. Los niños ahora son como mis hijos y los adoro. Sigo en contacto con ellos a pesar de que regresé hace prácticamente 2 años. El año pasado fui a visitarlos.
K.D.H. Ahora trabajas en Cultural Care Au Pair, ¿cómo es esa experiencia?
K.D. Desde que estaba en Estados Unidos pensaba, que rico trabajar en un programa así y poder a ayudar a muchas niñas a que se les abran muchas puertas como este programa me las abrió a mí. Haber sido au pair me permite transmitirles mi experiencia a las niñas y eso es lo que a ellas más las motiva hacer el programa.
K.D.H. ¿Por qué ser una au pair?
K.D. Porque es una manera fácil y económica de mejorar tu nivel de inglés. Porque vas a conocer amigos, a tus niños, a tu familia, y es una familia que te va a quedar para toda la vida.
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