Por Camilo Bernal
Hace unos años pensaba que lo más importante para estudiar en el exterior era conseguir una beca que me permitiera pagar la matrícula y los gastos de sostenimiento. Desde que estaba en el pregrado me esforcé para lograr los estándares que exigen las entidades financieras y académicas. Posteriormente, me dediqué a obtener la documentación necesaria para conseguir una beca. Siempre tuve como objetivo principal obtener los recursos financieros que necesitaba para estudiar en el extranjero. No obstante, hoy miro en retrospectiva y veo que ese es apenas uno de los aspectos fundamentales que se debe tener en cuenta al momento de perseguir el sueño de una beca. (RECOMENDADO: Una guía para encontrar la beca de tus sueños)
Mi satisfacción personal, el orgullo de mi familia, la oportunidad de viajar, de conocer otros países, de comunicarme en otro idioma, de aprender y entender otras culturas, de abrir la mente a un mundo globalizado y de sobrevivir en un mundo completamente ajeno a mi cotidianidad son solo algunos de los innumerables beneficios que he obtenido con una beca. (Recomendado: 15 razones para postular a una beca).
De mi experiencia he aprendido que arriesgarse siempre valdrá la pena. Por esto, si sueñas con conseguir una beca estudiar en el exterior, te aconsejo lo siguiente:
Primero. Sé muy organizado y planea muy bien cuál es tu meta (¿qué programa?, ¿cuál(es) universidad(es)?, ¿cuándo?). Empieza a trabajar en tu proyecto cuanto antes. El tiempo es un factor crucial para hacer bien las cosas.
Segundo. Investiga todas las posibles fuentes que otorgan becas o financiamiento. Muchas veces nos limitamos a un par de opciones cuando en realidad hay muchísimas. Algo que uno pasa por alto es que las propias universidades son quizá la fuente más práctica para acceder a una beca. Profesores y facultades cuentan con recursos y lo único que necesitan es gente que quiera trabajar y aprender. Contáctalos.
Tercero. Ante cualquier obstáculo que implique un riesgo, tómanlo. Recuerde que no hay obstáculo suficientemente grande que se compare con la magnitud de tu sueño.
Cuarto. Date el placer de mirar hacia atrás y sentir el orgullo de cumplir una meta.
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